Año 2.020 de experimentar el verdadero amor

Un poema de amor verdadero y expresión de un sentimiento interno,fuerte, deleitoso y encantador.

Yo soy de mi amado, y mi amado es mío;
El apacienta entre los lirios
( Cantar de los cantares 6:3)

Amigas y amigos lectores estas frases poéticas y muchas mas, están plasmadas en el libros de Cantar de los cantares de la biblia.

Estos poemas son una expresión verdadera del amor entre un hombre y una mujer que sienten amor y que disfrutan de sus cuerpos y se dicen lo que sienten el uno por el otro y se expresan ese sentimiento.

Al leer este libro  lo podemos relacionar  con el amor de Dios hacia su pueblo, y para mí es así, pero también podríamos leerlo y entenderlo como el verdadero amor entre un hombre y una mujer que se aman y expresan su amor intensamente.

Un gran ejemplo de amor, es cuando nos enamoramos, este es un sentimiento grande, que pareciera que se apodera de nuestro ser interno,y sentimos que sin esa persona no podríamos vivir y les hago una referencia de este amor de pareja, para entender un poco que debemos enamorarnos así y aun mas pero primeramente de Dios, y de seguro cuando nuestro universo gire alrededor de El, el amor de pareja girará alrededor nuestro, y podremos experimentar y vivir el amor y deleitarnos el uno con el otro, en general disfrutar de cada momento juntos.

En el libros de cantar de los cantares hay un verso que dice:
ponme como un sello en tu corazón, como una marca en tu brazo...

Este verso hace referencia a nuestra relación con Dios y que El debe de ocupar el primer lugar en nuestro corazón y que sea algo tan fuerte que no lo podamos desprender de nosotros, Ya que Dios, es el Amor perfecto y verdadero y obedecerle voluntariamente sea nuestro deleite.

Que el año 2.020 sea un año de conquistar el corazón de Dios y que ese amor y primer lugar en nuestras vidas expresado al Rey de Reyes y Señor de Señores, haga que hallemos gracia y favor ante nuestra pareja, que nos ame, respete, haga respetar en general nos trate como dice la palabra de Dios.





Abrazos,
Lucelly