Texto base: Libro de Ester 2:1-18
Pasadas estas cosas, sosegada ya la ira del rey Asuero, se acordó de vasti y de lo que ella había hecho, y de la sentencia contra ella.
Y dijeron los criados del rey, sus cortesanos: Busquen para el rey jóvenes vírgenes de buen parecer; y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que lleguen a todas las jóvenes vírgenes de buen parecer a Susa; residencia real, a la casa de las mujeres, y que les den sus atavíos;
Y la doncella que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Esto agradó a los ojos del rey, y lo hizo así.
Había en Susa residencia real un judío cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, del linaje de Benjamin;
el cual había transportado de Jerusalén con los cautivos que fueron llevados con Jeconias rey de Judá, a quien hizo transportar Nabucodonosor rey de Babilonia.
Y había criado a hadasa, es decir Ester, hija de si tío, porque era huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija suya.
Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey, y habían reunido a muchas doncellas en Susa residencia real, a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai guarda de las mujeres.
Y la doncella agradó a sus ojos, y halló gracia delante de él, por lo que hizo darle prontamente atavíos y alimentos, y le dio también siete doncellas especiales de la casa del rey; y la llevó con sus doncellas a lo mejor de la casa de las mujeres.
Ester no declaró cual era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.
Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, para saber cómo le iba a Ester, y como la trataban.
Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las doncellas para venir al rey Asuero, después de haber estado doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres, pues así se cumplía el tiempo de sus atavíos, esto es, seis meses con óleo de mirra y seis meses con perfumes aromáticos y afeites de mujeres,
Entonces la doncella venía así al rey. Todo lo que pedia se le daba, para venir ataviada con ello desde la casa de las mujeres hasta la casa del rey.
Ella venia por la tarde, y a la mañana siguiente volvía a la casa segunda de las mujeres, al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas, no venia mas al rey, salvo si el rey la quería y era llamada por su nombre.
Cuando le llegó a Ester, hija de Abihail tio de Mardoqueo, quien le había tomado por hija, el tiempo de venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester el favor de todos los que la veían.
Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado.
Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y halló gracia y benevolencia delante de el mas que todas las demás vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.
Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y disminuyó tributos a las provincias, e hizo y dio mercedes conforme a la generosidad real.
Muchas bendiciones mis queridos lectores,
Lucelly
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