Bendiciones mis queridos lectores.
Durante la semana santa muchos recuerdan la pasión y muerte del Señor Jesús, pero el no se quedó allí crucificado, ya que mientras El estuvo en la tierra, prometió que no estaríamos solos, ni huérfanos.
La promesa del Espíritu Santo
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
y Yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre:
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero
vosotros le conocéis, porque mora en vosotros, y estará en vosotros.
No os dejará huérfanos; vendré a vosotros.
San Juan 14: 15-18
Si le amamos y guardamos sus mandamientos entonces el Espíritu Santo vendrá a morar con nosotros y estará en nosotros. y el Espíritu de verdad lo recibiremos nosotros pero el mundo no puede recibirlo, porque no lo ve.
Un requisito super importante para poderle recibir al Espíritu Santo es guardar los mandamientos ya que ahí estamos demostrando nuestro amor a Jesús, y cuando le amamos a El, Dios también nos amará a nosotros y Jesús se manifestará en nosotros, y vendrá ha hacer morada en nosotros.
En el libro de Hechos de los apóstoles en el capitulo 1 ya Jesús resucitado antes de la ascensión al cielo habla nuevamente de la promesa del Espíritu Santo
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen
la promesa del Padre, la cual les dijo, oísteis de mí.
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con
el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Hechos 1:4-5
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último
de la tierra.
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado y le recibió una nube
que le ocultó de sus ojos .
Hechos 1:8-9
Estando los discipulos en Jerusalem,
Subieron al aposento alto donde estaban los discipulos y eligieron el reemplazo de judas Iscariote(el que traicionó al Señor Jesús), y el elegido fue Matias.
Dice la palabra de Dios que cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 2:1-4
Mis queridos lectores, en el texto anterior podemos ver como se cumplió la promesa del Espíritu Santo, y en hechos 1:8 dice que recibiríamos poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, por eso después de que los apóstoles recibieron la promesa del Espíritu Santo hablaban con denuedo, hacían maravillas y señales y muchos se convertían al evangelio.
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Recordemos que la promesa del Espíritu Santo también la encontramos en el libro de Joel 2:28-29 y este texto bíblico también lo encontramos cuando El apóstol Pedro después de recibir la promesa del Espíritu Santo dio su primer discurso , además que habló de lo dicho anticipadamente por el profeta David(siendo David un hombre llamado conforme al corazón de Dios, que quizás cometió muchos errores pero consciente de su pecado lo reconocía y se arrepentía de todo corazón y le pedía perdón a Dios)
Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre
toda carne y profetizarán vuestros hijos y vuestras
hijas; vuestros ancianos soñaran sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones.
Y también sobre los siervos y sobre todas las siervas derramaré
mi Espíritu em aquellos días.
En el primer discurso de Pedro, el les dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don el Espíritu Santo.
Mis queridos lectores, les comparto algo personal y es que para que podamos recibir
nosotros la promesa del Espíritu Santo y que en nuestra vida personal Dios conceda
las peticiones y que nuestro corazón, y que nuestro ministerio fluyan de forma natural
con denuedo para hablar la palabra de Dios, para poder hacer milagros, maravillas,
prodigios y que muchos se conviertan a Jesús, es importante la santidad,
ya que el Espíritu Santo habita en nosotros y para que esto suceda, ese templo, nuestro
cuerpo debe haber sido lavado por medio de la sangre del cordero inmolado
en la cruz del calvario que nos dio perdón de pecados pero que debemos
de cuidarnos de buscar siempre hacer lo que agrade a Dios antes que a las cosas del mundo,
aunque no es fácil pero si le clamamos a Dios, leemos su palabra, le obedecemos, ayunamos y le amamos, El nos ayudará a permanecer y perseverar.
Muchas bendiciones,
Lucelly.
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